Se acercaba el día de San Valentín y en el instituto las mochilas portaban
regalos y candados, en los cuadernos corazones, iniciales, flechas, y en el
aire poemas y canciones de amor. Se hablaba de cartas que siempre
esperaron, de cartas que nunca llegaron o que no se atrevieron a enviar. Los
primeros besos, mariposas en el estómago y la palabra love, love, love...,
flotando por todas partes.
Miradas, caricias, silencios, sonrisas, se cruzaban en las aulas, en el patio,
en el gimnasio, y hasta en la biblioteca solo se hablaba de amor. Era ésta
una biblioteca que representaba un sueño, una biblioteca con alma, donde
los libros desde las estanterías observaban a los jóvenes y sentían como sus
corazones latían enamorados, inquietos y nerviosos. Los libros impacientes
se decían, quién me elegirá a mí, quién me acariciará, quién soñará
mientras me recorre? Y como siempre sucedía, esperaron a la noche para
hablar.
Cuando ya se fueron todos, cuando se borraron las pizarras, cuando se
acallaron las voces, cuando se apagaron las luces y la calma y el silencio se
hicieron en el centro; en esa hora mágica en la que todos duermen y en la
que ocurren cosas extraordinarias, fue entonces cuando los libros
comenzaron a salir de las vitrinas, a pasear por las mesas y a sacar lo que
llevaban dentro.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada, fue el primero que
dirigiéndose a los otros, dijo: Yo formaré parte de la celebración de este
día, me elegirán a mí, y yo les invitaré con la magia de mis poemas a
recorrer los caminos desconocidos del amor, les ayudaré a decir con
palabras sencillas lo que ellos no son capaces de expresar a su amada.
A continuación, Crepúsculo que ya se remecía inquieto desde su estante,
dijo: no serás tú, seré yo quien los incite a abandonar su propia piel, a
conocer amigos inesperados, a experimentar emociones nuevas, a penetrar
en mundos ocultos y a conocer el verdadero amor. Mientras me lean no
existirá nada más..., ni el tiempo ni el espacio.
No seas vanidoso repuso Perdona si te llamo amor, yo les ayudaré a
experimentar emociones desconocidas y a sentir el placer de imaginarse
protagonistas.
¡Bah!, eso lo puedo conseguir yo también expresaba Los amores difíciles,
que abría sus páginas y les mostraba a todos como él podría ayudarles a
desbloquearse cuando están enfrente de la persona amada y desvelarle
incógnitas sobre como relacionarse mejor con ese ser inalcanzable.
A continuación, la hermosa Guía literaria del amor, decía coqueta, yo soy
como una caja de bombones literaria, contengo todo lo que estáis
diciendo, conmigo viajarán a través del tiempo, descubrirán paisajes
remotos, emprenderán viajes por caminos laberínticos, y vibrarán en cada
página; mientras me lean, se alterará el ritmo de sus relojes y les ayudaré
a experimentar el amor con más intensidad...
Tantos libros deseaban hablar de sus bondades que La alargada sombra
del amor tuvo que hacer de moderadora, mientras con voz muy segura
decía: “Yo, que entre mis páginas tengo el secreto de acabar con la
infelicidad, me encargaré de poner orden entre tanto alboroto...Y ya
comenzaban a entrar por las ventanas los rosas del amanecer cuando ella
aún seguía diciendo: a continuación tiene la palabra: El sueño de una
noche de verano, seguidamente, Romeo y Julieta, Rimas y Leyendas,
Rojo y negro, Orgullo y Prejuicio, Como agua para chocolate, El amor
en los tiempos del cólera, Seda ...
Y como de pronto se escucharan las llaves del conserje abriendo las
puertas, y ante la premura de tiempo, decidieron rápidamente unirse en su
idea y concluyeron en que todos ellos contenían un gran misterio,
descubrían maravillas, sorprendían, ayudaban a entender lo afortunados
que somos al vivir, a experimentar la aventura de no saber qué nos saldrá al
encuentro, que todos ellos proporcionaban sabiduría y placer y que
constituían un derecho irrenunciable al que todos los niños y niñas debían
acceder.
Y sin hacer mucho ruido porque se escuchaban la alegría y el bullicio que
ya iban entrando, decidieron para ese día hacer una gran pancarta que
dijera:
En el día de San Valentín, te enseñaremos el Arte de amar.
Enamórate leyendo.
Aprende a ser fiel amante... de la lectura.
M.Ángeles Garrido
CEP Bollullos/Valverde